Los casos de
fraudes en las organizaciones, sean estas del sector público o privado, son una
infortunada realidad que perjudica los patrimonios de las entidades y que cada
vez se hace más recurrente a nivel global. La auditoría forense es una especialidad
que tiene como propósito básico la investigación de fraudes, característica la
cual la distingue de otros tipos de auditoría, como serían la externa que
ejecutan los contadores públicos independientes o la auditoría interna que es
realizada por empleados de la misma entidad.
La auditoría forense
se hace necesaria cuando existe o hay la posibilidad de la presencia de
irregularidades administrativas y financieras que pueden terminar en litigios
judiciales, llevándose a cabo la misma mediante un examen sistemático, objetivo
y especializado, que tiene por objeto investigar, informar y verificar la
existencia de fraudes.
Auditoría Forense
Respecto a la
auditoría forense, Cano y Lugo (2004) la definen como un tipo de auditoría
especializada en el descubrimiento, divulgación y atestación de fraudes y
delitos en el desarrollo de las funciones públicas y privadas. La auditoría
forense se vincula con la investigación legal en busca de facilitar la
administración de justicia mediante el aporte de evidencias para que se
conviertan en pruebas ante tribunales, ya que puede ser una herramienta eficaz para
la investigación cuando se comete un delito, pero también sirve de control y
prevención. No necesariamente está concebida para encontrar un hecho delictivo,
sino también para esclarecer la verdad de los hechos o exonerar de
responsabilidad a un sospechoso que sea inocente o a una entidad que haya sido
acusada de fraude con la intención de obtener beneficios económicos.
El término
forense proviene del latín forensis, que quiere decir público, y cuyo
origen es el vocablo fórum, que significa foro, plaza pública o de
mercado. En la actualidad es el lugar donde los tribunales oyen y determinan
las causas que se siguen en los mismos. Cuando una profesión sirve de soporte,
asesoría o apoyo a la justicia para que se juzgue a la persona que cometió un
delito, se le denomina forense, aunque por regla general, al utilizarse el
vocablo forense, usualmente se le identifica con la medicina legal y con
quienes la practican, asociándose este término con necropsia, patología y
autopsia.
En la auditoría tradicional, la externa e independiente, el objetivo esencial
es determinar la razonabilidad de las cifras de los estados financieros de la
empresa que se examina, y no determinar ni investigar si hubo robo o fraude. En
contraposición a lo anterior, en las auditorías forenses sí se investiga,
analiza, evalúa, interpreta, y con base a todo esto, se testifica y se aportan
pruebas, para convencer a jueces, jurados y a otros, respecto de la información
financiera sobre a cual se estima o presume la existencia de hechos delictivos.
Los
auditores forenses ante el fraude
A los auditores
forenses les corresponde investigar aquellos casos donde están presentes
delitos financieros, y de los cuales pueden ser formal y legalmente apoderados
por la dirección de una organización que haya sufrido una defraudación, así
como también, por terceras personas que actúan en contra de una entidad en
particular para esclarecer acciones fraudulentas que les hubiesen causado perjuicios
patrimoniales. Debe acotarse asimismo que los auditores forenses igualmente
pueden actuar fuera del ámbito organizacional, por ejemplo, cuando sus
servicios son requeridos en controversias que se presentan en juicios de
herencias o en desacuerdos en la adjudicación de bienes en una separación
conyugal. Vistas estas circunstancias, el auditor forense debe tener como
característica esencial ser un profesional experto y en capacidad de efectuar peritajes
a sucesos acontecidos, así como de practicar auditorías que permitan
anticiparse a la comisión de delitos o fraudes.
De acuerdo a las
Normas Internacionales del Ejercicio Profesional de la Auditoría Interna (2013),
el fraude es cualquier acto ilegal caracterizado por engaño, ocultación o violación
de confianza, que no requiere la aplicación de amenaza, violencia o de fuerza
física, señalándose asimismo que los fraudes son perpetrados por individuos y
por organizaciones para obtener dinero, bienes o servicios, para evitar pagos o
pérdidas de servicios, o para asegurarse ventajas personales o de negocio. En
este sentido se sostiene que la auditoría forense tiene una magnifica
proyección en el campo de los delitos financieros, que no se cometen con armas,
pero que suelen ser muy lesivos, además de que la actividad ejecutada por el
delincuente económico resulta ser imperceptible muchas veces a las detecciones y
controles tradicionales. (Pantoja, 2012).
La auditoría
forense se hace necesaria cuando se presupone la existencia de algún delito,
por lo que se investiga, analiza e interpreta la información financiera de la
que se tiene duda, centrándose en excepciones, incongruencias e
irregularidades. La auditoría forense resulta ser un medio de apoyo necesario
en investigaciones de posibles hechos delictuoso, y es efectuada por
especialistas que recopilan pruebas y evidencias mediante la aplicación de
diversas técnicas y métodos científicos, especialistas que pueden ser profesionales
de las áreas contable, administrativas, del derecho, informáticas de otras
disciplinas, que les faculte para actuar como experto en materia fraudes.
Para cerrar
El fraude organizacional
es una realidad, infortunada, pero cada vez más extendida en todo el planeta,
ya bien se trate de del sector público como del privado. Ciertamente, es común hoy
en día ver cómo se trabaja con programas de valores de las personas y de las
organizaciones, así como se realizan importantes esfuerzos para diseñar buenos
sistemas de controles internos, sin embargo los fraudes, lejos de disminuir,
cada vez están más en alza. Es precisamente, en esta realidad de ocurrencia de
irregularidades administrativas y financieras de todo tipo y por cantidades de
dinero muy importantes, que la labor de los auditores forenses se hace necesaria,
ya que son profesionales expertos en investigación de fraudes que pueden
examinar objetivamente los mismos de forma suficiente y competente.
Nota:
Escrito preparado con base a párrafos tomados del artículo Los fraudes en las organizacionesy el papel de la auditoría forense en este contexto, publicado en la
Revista Sapienza Organizacional (diciembre 2016).
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Referencias
CANO, Miguel y
LUGO, Danilo. Auditoría Forense en la investigación criminal del lavado de dinero y activos. Bogotá, ECOE Ediciones
(2da.ed.), 2004. 368 p.
Instituto de
Auditores Internos - IIA. (2013). Normas Internacionales para el Ejercicio
Profesional de la Auditoría Interna.
PANTOJA, Jorge.
“¿Quién ejerce la auditoría forense en los delitos económicos y financieros?”
En: TENDENCIAS, Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y
Administrativas. Pasto, Colombia. Universidad de Nariño. Julio - diciembre
2012. Número 2, Vol. xiii, p. 241-250.